domingo, 25 de abril de 2021

MUNCHAUSEN

 Es notable cómo un gran porcentaje de psicópatas son capaces de colocar sustancias en las bebidas de sus víctimas, condimentar en exceso las comidas y hasta ponerles veneno con el objeto de descomponer a su presa.



Los datos nos hablan de veneno sobre todo en la comida. Hoy en día también son muy utilizados los psicofármacos como las benzodiacepinas (los famosos tranquilizantes).

Esta forma de daño es muy característica en muchas psicópatas mujeres ya que no requiere del uso de la fuerza física y es realmente difícil de detectar. Incluso hay casos en los que la psicópata puede ingerir alimentos envenenados por ella misma para acusar a su víctima en las cortes; pero lo más siniestro que he escuchado a lo largo de mi carrera es un síndrome poco divulgado en la sociedad: hoy les vamos a hablar en esta columna del Trastorno Facticio por Poderes o “SÍNDROME DE MÜNCHAUSEN VICARIO"

Es una forma de maltrato físico a la que son sometidos los hijos como consecuencia de una patología de sus padres. Consiste en que alguno de ellos, reiteradamente hace enfermar o provoca lesiones en el niño con el afán de obtener atención médica (les inyectan sustancias tóxicas o los obligan a ingerir fármacos que causan diarrea, deshidratación u otros cuadros).

Como los padres enfermos son cautelosos y superficialmente sumisos, suele ser difícil llegar a este diagnóstico.

Richard Asher lo describió por primera vez en 1951 bajo el título de Síndrome de Munchausen, un cuadro caracterizado por el abuso de consultas hospitalarias a raíz de falsos y significativos padecimientos que por sus características promovían estudios en ocasiones cruentos y tratamientos médicos innecesarios. El aporte de Asher permitió catalogar como enfermo a la persona que "aparentaba burlar" las destrezas diagnósticas del médico. La denominación del síndrome fue motivada por los antecedentes históricos de Karl Friedrich Hieronymus, Baron Von Munchausen, conocido como el "barón de las mentiras" y nacido en 1720 en Bodenwerder, Alemania.

Varity denominó "síndrome de Polle" a la presentación de este cuadro clínico en los niños, frente a los supuestos síntomas por los que reclamaban sus padres. Lo denominó así por el nombre del nombre del hijo de Munchausen, de quien se dice sin precisiones exactas, que padeció una enfermedad ficticia a la edad de un año, provocada por su padre.

En 1976, Rogers publica seis casos en niños y los incluye como una forma atípica de malos tratos. Un año después, Roy Meadow denominó y definió a este síndrome como "Síndrome de Munchausen por poder o por delegación" y lo describe como aquel en que la persona (generalmente la madre) fabrica o inventa síntomas para otro (el hijo), quedando así registrado en las publicaciones de pediatría.

Los trastornos facticios se caracterizan por síntomas físicos o psicológicos fingidos o producidos intencionadamente con el fin de asumir el papel de enfermo. La apreciación de que un síntoma se ha producido de manera intencionada es posible tanto por comprobación directa como por la exclusión de otras causas. Por ejemplo: un individuo que acude por hematuria(sangre en la orina) y se descubre que tiene anticoagulantes y niega haberlos tomado, mientras que los análisis de sangre demuestran lo contrario.

Cabe pensar pues, que si no existe prueba alguna de ingesta accidental, el paciente ha ingerido intencionadamente este tipo de fármacos. Debe reseñarse que la presencia de síntomas facticios no excluye la coexistencia de síntomas físicos o psicológicos verdaderos. Los trastornos facticios son distinguibles de los actos de simulación. En la simulación el “paciente”  también produce los síntomas de modo intencionado; pero su objetivo es fácilmente reconocible cuando se conocen sus circunstancias. Por ejemplo: la producción de síntomas de manera intencionada para evitar una vista judicial o la incorporación al Servicio Militar. De manera semejante, un enfermo mental hospitalizado puede simular agravación de su enfermedad para evitar su traslado a otra institución menos deseable, realizando así un acto de simulación. En cambio, en el trastorno facticio existe una necesidad psicológica de asumir el papel de enfermo, tal como se pone de manifiesto por la ausencia de incentivos externos para tal comportamiento. Mientras que un acto de simulación puede considerarse adaptativo bajo ciertas circunstancias (p. ej., en situaciones hostiles). Por definición, el diagnóstico de trastorno facticio implica siempre un determinado grado de psicopatología.

¿Cómo se manifiesta y cómo se diagnostica?  La característica esencial de este trastorno es la producción o simulación de forma deliberada de signos o síntomas físicos o psicológicos, en otra persona que se halla a cargo del individuo. Típicamente, la víctima suele ser un niño pequeño y el perpetrador, como ya dijimos, su madre.

Se ha sugerido que el motivo que lleva al perpetrador a realizar este comportamiento depende de la necesidad psicológica de asumir el papel de paciente a través de otra persona, ya que no hay incentivos externos que justifiquen este comportamiento, como por ejemplo una ganancia económica. El trastorno no puede explicarse mejor por la presencia de otro trastorno mental. El perpetrador induce o simula en la víctima un proceso patológico y luego acompaña a ésta al médico negando todo conocimiento sobre la etiología del proceso. La mayor parte de las enfermedades inducidas o simuladas conciernen a los aparatos digestivo y genitourinario y al sistema nervioso central; la simulación de trastornos mentales en la víctima es mucho menos frecuente.

El tipo y la gravedad de los signos y síntomas que presenta la víctima están limitados exclusivamente por el grado de sofisticación médica y el margen de acción de que disponga el perpetrador. Los casos clínicos suelen caracterizarse por un curso atípico y unos resultados inconsistentes con el cuadro sintomático pretendidos por la víctima y el perpetrador.

  • La víctima suele ser un niño en edad preescolar, aunque también pueden «emplearse» recién nacidos, adolescentes y adultos.
  • Cuando afecta a niños mayores, debe considerarse la posibilidad de que víctima y perpetrador estén en realidad colaborando en la producción de los signos y síntomas.
  • El perpetrador será diagnosticado de trastorno facticio por poderes. Para la víctima, puede anotarse abuso físico de menores o abuso físico de adultos. 
  • Si hay colaboración entre el presunto perpetrador y la víctima, esta última también puede recibir el diagnóstico de trastorno facticio.

lunes, 19 de abril de 2021

Hostigamiento

 Cuando le preguntaban a Mercedes por qué su cuñada Romina querría hacerle todas las cosas que ella denunciaba, no sabía qué contestar. En esta columna le damos la respuesta.



Para desestabilizarla psíquicamente, para aniquilarla y dejarla en agonía. Lo que pretende el acosador psicológico es dañar la dignidad e integridad moral de su víctima.

Si resulta difícil detectar a un psicópata integrado en una relación de pareja, tanto más complicado en otro tipo de vínculos. Es tan inminente y confuso lo que va sucediendo que la víctima cae en un abismo cada vez más profundo. Algunos perversos narcisistas se obsesionan tanto con una persona que comienzan a acosarla a punto tal de que la persona hostigada siente que está enloqueciendo.

Esta clase de ataques pueden quedar disimulados por la ausencia de agresiones físicas. Lo que desequilibra a la víctima no es un hecho en particular; sino la suma de muchos ataques solapados que la dejan es un estado de tormento y angustia. Los actos de acoso se van repitiendo a lo largo del tiempo y de manera progresiva, lo que causa en la víctima una gran impotencia, incertidumbre y pérdida de autoestima y confianza en sí misma. 

En casos extremos, el acoso psicológico continuado puede culminar con el suicidio.

Como solemos aclarar, el acoso psicológico es un fenómeno que puede ocurrir en las relaciones de pareja; pero también entre amigos, familiares, en el trabajo o la escuela. El acosador psicológico actúa de acuerdo con sus intereses y suele culpabilizar, incomodar y provocar miedo a la víctima.

El manipulador utiliza diferentes técnicas, entre ellas la conocida como “el silbido de perro”, llamada así porque los ataques son sólo perceptibles por la víctima sin que el entorno pueda notarlo. El psicópata va a buscar la reacción emocional de su presa, el estallido de ira para que el entorno lo vea como víctima de su víctima. Una de las técnicas de muchos de estos individuos es el hostigamiento. Damos algunos ejemplos de testimonios de nuestros lectores:

Mercedes nos cuenta que su cuñada comenzó a salir con su hermano, al mes se fue de viaje con toda la familia comenzando a tomar atribuciones que a ella le resultaban extraños, como acostarse en la cama de sus padres, armar grupos familiares de WhatsApp con los miembros de su familia, comenzar a llamar “tío”, “primo” y “abuela” a sus familiares.

La apuesta fue subiendo de manera escalonada: 

De repente la nueva cuñada tenía agregados a su Facebook todos los contactos de Mercedes. Comenzó a hacerse amiga de sus amigos, organizaba cenas en donde invitaba a familiares e íntimos y la excluía de estos encuentros. 

Si Mercedes se compraba una prenda de ropa, al día siguiente aparecían en las redes fotos de Romina con la misma prenda. 

Si mercedes elegía un profesional de salud al cual acudir, su cuñada empezaba a ir al mismo.

Y lo más duro de todo era la campaña de difamación que ejercía, contándole a todos los seres queridos de Mercedes “el daño que ella le hacía”. El entorno comenzó a mirarla de manera extraña. Algunos más atrevidos le preguntaban “¿Qué le hiciste a tu cuñada?” “ ¿Estás celosa?”.

Y lo más duro de todo era la campaña de difamación que ejercía, contándole a todos los seres queridos de Mercedes “el daño que ella le hacía”. El entorno comenzó a mirarla de manera extraña. Algunos más atrevidos le preguntaban “¿Qué le hiciste a tu cuñada?” “Estás celosa?”. Cuenta Mercedes que lo más doloroso de todo era ver cómo el entorno creía cada mentira de su cuñada, quien trabajó en cada uno de los seres más allegados y amados para ella. La desesperación fue creciendo al ver que la gente se alejaba. Nadie quería escucharla. De repente parecía como que Romina la hubiese reemplazado en su mundo. Todos sus espacios estaban habitados por Romina.

Los ataques eran cada vez más fuertes; pero Mercedes estaba débil. Dudaba de su propia percepción. Sentía enloquecer. El acoso era por todos lados. Romina subía fotos a los grupos de WhatsApp, a Facebook, a Instagram posando con todas las personas a quienes había seducido para que sean su séquito. Por supuesto que las fotos estaban dedicadas a su víctima. Pero Mercedes no tenía con quién hablar porque cuando intentaba decir algo, la gente se mostraba harta de escucharla.

Cuenta Mercedes que aún hoy, con el contacto cero, cuando Romina se entera que ella hace algo la sigue acosando. Si mercedes comienza a ir a un club, Romina se asocia. Si Mercedes está en algún espacio y Romina la ve, al poco tiempo esta última postea fotos desde el lugar en el que vio a su cuñada. El cuadro de Mercedes es complejo debido a que son múltiples los factores para analizar, entre ellos el rol de sus familiares.

Lamentablemente, para poder recuperarse Mercedes se tuvo que alejar de todas las personas que pusieron en duda su cordura. De esa manera pudo construir un nuevo mundo y en su recuperación va comprendiendo por qué no sabía defenderse de un ataque, cuáles fueron las grietas por las que entró una psicópata en su vida. Con el tiempo Mercedes logró adueñarse de su verdad y validar su percepción sin la necesidad de que otros le crean. Tuvo que aprender a familiarizarse con la terminología del ciclo del abuso narcisista. Hoy en día afortunadamente somos varios los profesionales que nos dedicamos a tratar el estrés post traumático de las víctimas de narcisistas encubiertos y de orientar a las víctimas hacia un camino de recuperación para poder tener una vida más plena.

Sufrir el hostigamiento, es una de los peores infiernos que puede experimentar el ser humano y tiene efectos muy negativos para los individuos: deterioro de la salud física y psicológica, ansiedad, problemas para dormir, falta de concentración. Desconfianza. Despersonalización. Des-realización.


jueves, 8 de abril de 2021

El Escape




 El material que brindamos en esta columna no tiene por finalidad que las víctimas mejoren la relación con su abusador emocional ya que la permanencia en el vínculo solo beneficia al psicópata.

Nota: El individuo que descubre que está bajo las garras de un manipulador patológico va a comenzar a observar los mecanismos a los cuales está siendo sometido y en esta etapa podrá comenzar a responder en lugar de reaccionar. Al ver el agresor, que su víctima no le otorga todo el suplemento de energía que él espera, duplicará la apuesta y atacará con el fin de lograr desestabilizar a su presa ya que si hay algo que a estos individuos les resulta insoportable es ver fuertes a sus víctimas.

Aquí comienza el camino hacia la validación de las señales del cuerpo (comenzar a prestarles atención y legitimar lo que se siente) y para poder lograrlo se debe aprender a dejar de compartir esta información con el abusador para que no logre confundir y atacar la percepción una vez más.

Esto se logra estudiando todos los patrones del abuso narcisista, lo que aquí denominamos “el idioma narcisista” que es toda la terminología adecuada para nombrar los abusos tan particulares de estos seres. De este modo existirá una chance para salir de la disonancia cognitiva, vencer la etapa de negación, entender el vínculo traumático de traición y encontrar la salida a tanto sufrimiento.

La persona que está en una etapa en donde todavía no ha podido salir de la relación va a tener que planificar la retirada ya que a los manipuladores les desagrada perder fuentes de combustible. Cuándo es este momento va a depender del tipo de vínculo que se tenga con el agresor. Va a ser diferente en una relación de pareja que convive de una que no convive, si es un familiar con el que se está bajo el mismo techo o no, vecinos, compañeros de trabajo, “amistades”, etc...

“Adueñarse de la realidad” y comprender el ciclo del abuso dará el empuje que se necesita para elegir una vida diferente y hacer todo lo que haya que hacer para sanar.

A veces la huida no puede lograrse de manera rápida debido a que la víctima fue perdiendo recursos materiales y económicos que la hicieron completamente dependiente del abusador. O porque todavía no logra comprender muy bien dónde está metida. En estos casos es importante pensar en un plan de escape y esto se debe realizar en silencio. Hay que ser muy sigilosos y contar con el apoyo de personas de confianza. Puede ser gente contratada que sepas que no te va a traicionar. 

Las mudanzas son momentos en los que el psicópata siente que ya está todo perdido y lo más seguro es que utilice un arsenal de técnica para manipular y retener a la víctima. Si ve que no lo logra puede llegar a la violencia física y en casos extremos al asesinato. Por eso hacemos hincapié en que “si hay que salir, que sea en silencio”, un escape sin notificación.

Si es necesario, acudir a las fuerzas de seguridad. 

Ahora es el momento para iniciar el contacto cero. Si hay hijos en común, no hay que perder tiempo y contratar un abogado que intervenga para establecer un régimen de alimentos y visitas. Debemos estar advertidos de que los psicópatas van a utilizar a los hijos para perpetrar el daño en la víctima. Si no se profundiza en el estudio del tema la mayoría de los psicópatas manipulará a los niños para que en la preadolescencia estén en contra del progenitor no-psicopata y así obtener la custodia completa obstaculizando el régimen de comunicación con la víctima. Eviten escuchar los consejos de las personas que no comprenden nada sobre psicopatía, ya que convertirá a esto en la crónica de un desenlace anunciado. 

Lamentablemente la “justicia” muchas veces favorece al abusador.

lunes, 5 de abril de 2021

Terminator ¿Por qué el narcisista parece tener tanto éxito en estos tiempos?





 El director James Cameron crea a Terminator, un robot con apariencia humana, una fuerza superlativa, muy resistente en combate y diseñado para la infiltración y el aniquilamiento. Su versatilidad va desde la imitación de voces, maestría en tácticas de combate y armamento hasta una velocidad y fuerza superiores a la humana sumadas a una capacidad de aprendizaje casi infinita. Llegando incluso, a comprender de manera mecánica la profundidad de las emociones humanas. Queda clarísimo en las películas que mientras más humanidad se posea, mucho más limitada será la eficacia para lograr objetivos bélicos. Diversos estudios han demostrado que en combate los líderes psicópatas son altamente más eficaces que aquellos que poseen cualidades como la empatía. 

Los narcisistas patológicos son seres que van a pisotear a sus víctimas para satisfacer sus necesidades especiales. Sus mecanismos de manipulación tienen como finalidad el aniquilamiento del otro. Por eso irán provocando daños emocionales y psicológicos, muchas veces intentando generar un vínculo sólido con su presa para poder desarrollar sus estrategias e ir enfermando a la persona de manera progresiva y crónica hasta lograr que la misma evidencie enfermedades psicosomáticas que la lleven incluso hasta la muerte. Los ataques serán muy sutiles, con intermitencias entre premios y castigos que generen adicción y confusión en la víctima.

Recordemos que como carecen de empatía, en ningún momento sienten culpa ni arrepentimiento y esto hace que no tengan intención de analizar sus conductas. Gran parte de su fortaleza radica en que es difícil que sientan malestar por como son y esto los hace gozar una salud con defensas muy altas.

Como se sienten muy cómodos en situaciones riesgosas por ser adictos a la adrenalina, sumado al auto concepto elevado que tienen de ellos mismos, son muy confiados a la hora de asumir riesgos y desafíos. Parecería que sus características  y su auto imagen de grandiosidad les otorgara un escudo con súper poderes. Algo así como “cualidades protectoras”. Y les es agradable la sensación de sentirse únicos, perfectos, eficientes, fuertes. Pero siempre para eso necesitan devaluar a otro  porque son competitivos al extremo.

La mayoría de ellos van a estar preocupados hasta la obsesión con fantasías de éxito ilimitado relacionado con el estatus, el poder y el dinero. Los menos encubiertos ni se molestarán en ocultar su exagerado sentido de importancia y superioridad.

Es menester entender que en una sociedad como la actual, independiente de la coyuntura, las personas altamente sensibles tienen un nivel de sufrimiento mucho más elevado que el resto. Por eso, se pueden ver mucho más obstaculizadas y bloqueadas para desarrollar sus potencialidades que un Terminator.

Actualmente nos encontramos en un período de transición y desde la psicología estamos investigando lo positivo de cultivar algunas de las características en auge legadas del narcisismo y desalentar otras que tanto daño hacen y así poder lograr beneficios para el bien colectivo.

Ponemos a continuación las características deseadas y aquellas no deseadas:



Los psicólogos investigamos cómo los narcisistas además de ser egocéntricos y tener necesidad de dominar, tienen elevados niveles de resistencia emocional y determinación. Cómo tienen más probabilidades de atraer un mayor número de parejas sexuales. Pero también investigamos los mecanismos mediante los cuales, si se lo proponen, pueden ser los seres más destructivos y letales con su entorno.

Por eso es muy importante aprehender recursos y tener las herramientas para amortiguar el impacto desgarrador de los ataques narcisistas.