¿Qué pasó con los Yuppies?
Los adolescentes de hace veinte años, soñaban con que luego del colegio secundario, podrían entrar en las escuelas de negocios con la ambición de ingresar más adelante en prestigiosas empresas multinacionales. Pero las cosas han cambiado con el tiempo.
Hoy el "sueño adolescente" pasa por obtener ingresos con el menor esfuerzo posible, conservando la independencia, trabajando “free lance” y sin responder a ninguna autoridad.
Este cambio de paradigma no es un tema menor: en nuestra sociedad el trabajo es un factor esencial en la construcción de la identidad y está directamente relacionado con la conformación de la autoestima.
Pero para entender el porqué de las razones por las cuales los Yuppies parecen haberse extinguido, cual dinosaurios, de la faz de la tierra, primero debemos analizar quienes eran y, principalmente, como pensaban.
La generación X (personas nacidas entre los años '60 y '80) se vio afectada por el bombardeo del consumismo. Esto dio nacimiento a los “Yuppies” ("Young Urban Professionals" o "Jóvenes Profesionales Urbanos”), quienes comenzaron una carrera empresarial con el fin de obtener altos ingresos, reconocimiento y éxito en el mercado laboral.
Entre sus características se encontraba la de vestirse con trajes costosos y transformarse en los pioneros en el “pelotón de la moda” (término utilizado por Bauman para designar a la preocupación por estar en la delantera en lo referente a las últimas tendencias). El valor exacerbado a lo material, lo último disponible en tecnología y por sobre todo el lujo y la ostentación también formaban parte del "combo" que los distinguía del resto de los mortales.
Con estos atributos a cuestas, las relaciones y los vínculos familiares pasaban a segundo plano. Era sin dudas una elite que manejaba sus propios códigos.
El avance tecnológico impactó en las siguientes generaciones y hace ya más de una década podemos observar una mutación en la cultura del mundo empresarial.
Los jóvenes que nacieron en la era de las computadoras viven en el mundo de Internet y las redes sociales. Esta nueva generación no quiere saber nada de corbatas, trajes, encierro en una oficina y mucho menos el “atarse” a una empresa, por más recompensa económica que ello genere. Estamos hablando de una nueva aparición: los "Yetties".
Los Yetties
El significado del término Yettie es “Young Enterpreneurial Technoligy Based”, es decir, jóvenes emprendedores con base tecnológica.
Estos, a diferencia de sus precesores, prefieren ser informales en cuanto a su vestimenta: jamás usan traje, y si remeras, pantalones pinzados y zapatillas. La corbata pasó de ser un símbolo de status a una especie de condena que remite a la oficina, cual esclavos de la edad media encadenados a la bola negra que no por nada en inglés se dice blackberry. Su equipo se completa con una mochila (donde llevan su computadora portatil), smart phone y mini-Ipad o cualquier otro dispositivo tecnológico de avanzada de reciente aparición (y, si es posible, de elegante diseño).
No cumplen horarios sino objetivos: Su semana laboral tiene más de cinco días y el tiempo libre es escaso. Suelen postergar lo familiar por los negocios. Viajan mucho y se comunican por celulares o internet (skype o viber) para tener videoconferencias con inversores de todo el mundo, a quienes tratan de vender sus empresas o proyectos desde la misma "incubadora".
Pueden manejar tranquilamente empresas millonarias mientras duermen sobre un colchón en el piso de un monoambiente, porque las comodidades materiales no son ya tan importantes como una buena conexión a banda ancha.
Los Yetties no quieren perder el tiempo y todo lo hacen con un solo objetivo: ser ricos AHORA.
A modo de conclusión:
A pesar de las marcadas diferencias expuestas, una vez más no hay que dejarse engañar por las apariencias: yuppies y yetties tiene mucho en común, por lo menos en lo que hace a su esencia intrínseca.
Para ambos, perseguir el éxito profesional puede ser la consecuencia de un sentimiento arraigado de carencia. De un profundo dolor por “no ser suficiente” por no estar completo.
Tanto el Yuppy y el Yettie tratan de llenar sus vidas a través de estrategias para obtener el éxito profesional. Muchas veces logran de esta manera tapar sus carencias de manera provisoria: cuando la adicción al trabajo es puesta en un lugar vacío, la carencia no se siente.
La mala noticia es que la sensación de completud no dura mucho tiempo, así que buscan la próxima conquista profesional en el futuro.
Es posible que estos jóvenes perciban su carrera inconscientemente como aquello que los completa y los completará. Entonces se forma un apego obsesivo a ese trabajo que podría retroalimentar a una sociedad de consumo donde la única medida de progreso es tener siempre más. El deseo desmesurado de crecer incesantemente.
Los Yuppies y los Yetties comparten el mismo agujero existencial. Una sensación de carencia de la cual emergen sensaciones de angustia, ansiedad, miedo y soledad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario