miércoles, 11 de noviembre de 2020

Tratamiento para la recuperación de las secuelas del abuso narcisista.




 El Dr. Iñaki Piñuel, experto en el estudio del Comportamiento Narcisista, descubre en el año 2014 el tratamiento más efectivo para terminar con el sufrimiento producido luego de soportar el ciclo del abuso narcisista.

La recuperación se basa en la correcta aplicación del “contacto cero”, la administración de la EMDR y el transcurso del tiempo.
En nuestra práctica profesional hemos observado la efectividad de la fórmula que acuñó el Profesor Piñuel.

En la columna de hoy queremos sumar la importancia de que la víctima se reconozca como tal en una primera fase del tratamiento ya que la mayoría de los pacientes llegan a los consultorios llenos de una culpa que los narcisistas se ocuparon de implantar. Y muchas veces lleva varias sesiones conseguir que entiendan su inocencia. Sumado a que los profesionales que no entienden nada del tema, en general quieren implicarlos en el problema, siendo este es un abordaje sumamente iatrogénico, especialmente al inicio de una recuperación. 
Una vez tratada la primera fase en donde a la víctima le queda claro su inocencia y que no tendría nada de malo ser una persona empática, solidaria y sensible a menos que se cruce con una de estas personalidades dañinas. Recién ahí se puede comenzar a trabajar en las secuelas, entre ellas el estrés post traumático con terapia EMDR y la codependencia, cuyo abordaje es igual al tratamiento de cualquier adicción.
¿En qué consiste la terapia EMDR?
La disonancia cognitiva que se produce en la psiquis debido a las manipulaciones aniquilantes dentro de una relación con un narcisista patológico, genera mucha disociación del contenido psíquico “almacenado” disfuncionalmente. Este se conserva “congelado” de manera que en presencia de un episodio desencadenante lo que se activa es siempre una reviviscencia inmodificada de las experiencias atravesadas durante el episodio traumático.

El tratamiento consiste en activar los procesos neurofisiológicos a través de la estimulación por distintas vías aferentes: ocular (a través de los movimientos oculares), táctil (golpeteo alternado en alguna zona del cuerpo) o auditivo (escucha de sonidos bilaterales). Por esta estimulación se desencadenan procesos neurofisiológicos normales y los recuerdos disociados se integran, logrando la elaboración del trauma y la desaparición de la sintomatología de consulta.
Los resultados son objetivables a través de tecnología de alta definición (mapeo cerebral, resonancias, escaneos) ya que las imágenes varían notablemente antes y después del tratamiento.
Es importante en estos casos buscar a un terapeuta con experiencia, ya que otras terapias pueden resultar re victimizantes o ser demasiado largas hasta dar con el diagnostico correcto.

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