Esta información nos ayudará para saber si estamos en una relación con una o con un perverso narcisista.
Si es un narcisista encubierto, es muy difícil y hasta diría imposible de detectar, ya que no es bueno prejuzgar a las personas; pero sí podemos tener bien activado nuestro sistema de alarmas y prestar atención a las “banderas rojas”. Para eso es importante poder tomarse tiempo y durante los primeros años en que conocemos a personas (en cualquier ámbito de la vida) ir con pie de plomo. Esto se traduce a que mientras vamos compartiendo diferentes momentos, podemos estar tranquilos y abiertos al disfrute; pero siempre prestando atención a algunas señales que enumeraremos en la columna de hoy.
Lo más importante es entender que durante esos años hay algunas cosas que NO tenemos que hacer y así estaremos a salvo para poder correr bien lejos si vemos que del otro lado hay alguna de estas personalidades tan dañinas, con intenciones de manipularnos y aniquilarnos. Durante un par de años es aconsejable que no se casen, no se embaracen, no compren propiedades juntos, no le des garantías de propiedades tuyas y no financies nada de lo que no puedas hacerte cargo si no cumple. Con esto último también queremos decir que no saquen créditos juntos y mucho menos vos sacar un crédito para dárselo. No te endeudes, no firmes nada que te comprometa; no le des dinero que no estés dispuesto a perder. Parece obvio lo dicho; pero estos seres son expertos en generar un estilo de vincularidad muy propicio a lograr que hagamos todo este tipo de movimientos.
Una incertidumbre que enfrentan muchas personas, especialmente la mujer cursando la mediana edad, es “pero ya pasé los cuarenta y tengo muchos deseos de ser madre”. “No puedo esperar tanto tiempo y quiero apostar a corto plazo a un proyecto de familia”. Lamentablemente esta urgencia se convierte en una vulnerabilidad importante para volverte carne de cañón y caer en las garras de estos seres. Esto se da para todos los géneros; pero por un tema cultural durante años lo ha sufrido mayor mente el femenino debido a imposiciones culturales, tal como lo vemos a continuación. Muchos especialistas en psicología ayudan a sus pacientes que atraviesan estas circunstancias, a pensar en su proyecto de mater/paternidad como algo separado del proyecto de pareja; sembrando la posibilidad de pensar en diferentes opciones que el mundo moderno facilita sin caer en viejos discursos del patriarcado que eran realmente tiranos para las mujeres, que se lanzaban a los brazos de cualquiera para poder “salvar la vida” y salir del mote de “solterona” y las tiránicas frases del “reloj biológico”, la “edad ideal para ser madre” y millones de ejemplos que vienen al caso. Con lo conversado hasta acá, nos damos cuenta que no es tan importante el diagnóstico de quién tenemos del otro lado ya que sin “la plaga de la prisa” no corremos riesgos de tener que quedarnos en donde no hay posibilidad de crecer de manera sana, de la mano de un par, en donde ambos nos vinculemos con respeto y amor. Pero como lo prometido es deuda, mostraremos 10 “banderas rojas”, señales para poder reconocer a un perverso narcisista dentro de la relación. Les pedimos que traten de ser lo más objetivos posibles para evitar el “sesgo confirmatorio” (la tendencia a interpretar de manera tendenciosa y sólo registrar la información que confirma nuestras propias hipótesis; desconsiderando otras posibles alternativas):
1. Bombardeo amoroso: Desde el comienzo hará un proceso de “almagemelizacion” donde sentirás “Dios se acordó de mí”. Pensaras que estás viviendo una película de amor romántico ya que en esta fase inicial el manipulador se ocupará de armar un personaje a la medida de tus expectativas.
2. Urgencia por irse a vivir contigo: Podría también querer casarse de manera urgente (porque “sos el amor de su vida”) e instalarse en tu “hogar, dulce hogar”. Si tiene recursos económicos y no necesita parasitar tus bienes materiales, a poco de conocerte, pedirá que te quedes en su morada para en corto tiempo poder obtener de ti el combustible de la fase de devaluación.
3. Cambio de máscara: según la persona que tenga adelante, será la “mascara” y será demasiado el contraste con el trato que tenga contigo. Lo hará de manera desproporcionada y en lapsos muy cortos de tiempo. Es decir, no son las máscaras sociales que tenemos todos y el cambio que surge debido al constructivismo (somos, en construcción con el otro). En este caso notarás la hipocresía. 4. Perdida de todos los espacios de intimidad: Se meterá en todos tus lugares y recovecos (internos y externos); pero será algo unilateral.
5. No pide perdón, no se disculpa: Siempre se las ingeniará para dar vuelta la situación recortando fragmentos de las escenas vividas para demostrar que todo lo que hizo fue por tu responsabilidad. Así TU que eres el culpable de todo lo que suceda ya que tiene una incapacidad para asumir SU responsabilidad. No puede asumir que su preocupación y rabia parte de su frágil ego y por lo tanto vuelca toda la responsabilidad en el otro, justificando de esta manera sus tratos o destratos.
6. Te aísla: Comenzará, a veces de manera sutil, a enviar mensajes negativos sobre las personas que tú quieres mucho, tus afectos. Hasta acaparar tu mundo y de manera paulatina alejarte de quienes han sido para ti personas importantes a lo largo de tu vida. De esta manera logrará que quedes más vulnerable y así te conviertas en alguien mucho más manipulable, logrando tener el monopolio del control de tu vida. Así, evita que tus mejores amigos te abran los ojos y tomes conciencia de lo que estás tolerando cada día. Lo puede hacer victimizándose y jugando el juego de la piedad contigo.
7. Imprevisibles en sus reacciones: En algún momento empezarás a sentir miedo de las reacciones del otro y a hacer contorsiones para evitar cualquier tipo de situación que lo pueda “sacar”. Esto hace que vivas en tensión permanente y con falta de libertad. 8. La mentira: Es un mecanismo que utilizan en diferentes situaciones. Miente para ponerte a prueba, para no asumir su responsabilidad, ver cómo reaccionas, confundirte o simplemente porque le es más fácil que decir la verdad.
9. Promesas que nunca cumple: Siempre tiene argumentos que justifican el incumplimiento. Vive de las promesas, seduce con las promesas y te conviertes en un adicto a la ilusión porque le crees.
10. Te genera culpas: Si tu conducta no es de su agrado te castigará, te descartará, te retirará la palabra y hará que te sientas muy culpable.
Estas son sólo algunas señales. Ya sabemos que en la etapa de devaluación hay otra como el Gaslighting, la Triangulación, la Ley del Hielo, el Reforzamiento Intermitente entre tantos otros mecanismos de manipulación.
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