Negarse a conceder un get se encuadra dentro de lo que la ley denomina violencia simbólica. Un hombre que se niega a conceder el get a su esposa está abusando de sus privilegios según la ley judía y está buscando controlarla de una manera extorsiva. El hombre que no concede el Get es un abusador. Con frecuencia, cuando un hombre no quiere otorgar a su mujer un get, esto es una prolongación de los comportamientos controladores, abusivos y agresivos que estuvieron presentes durante la convivencia, tales como el abuso físico, emocional, económico y sexual.
Las personalidades manipuladoras son imposibles de detectar al comienzo de una relación debido a que construyen un personaje a la medida de su víctima y a su vez trabajan en el entorno. Suelen ser encantadores y en una primera fase bombardean de amor a su presa. Una vez que la tienen bajo sus garras comienza la fase de devaluación en dónde la víctima conoce en infierno en vida. Es muy perverso pretender que un psicopata otorgue un Get ya que es sabido que estos seres gozan con el sufrimiento de su víctima. Y a su vez se les está otorgando muchísimo poder para hacer una práctica de la cual disfrutan, nos referimos a la extorsión. Como comunidad nos urge encontrar las medidas protectoras para liberar a las mujeres encadenadas y tomar los pasos que sean necesarios para garantizar su seguridad y felicidad, y la seguridad y felicidad de sus hijos/as e hijos/as futuros/as.
Muchos battei din (tribunales rabínicos) consideran que es una obligación moral ayudar a una mujer maltratada a alejarse de su esposo y obtener un get. Todo lo que quite la posibilidad de pensar, de decir y de hacer libremente es del orden de la violencia emocional. Si nos quedamos callados ante estos abusos somos parte del entorno enfermo dejando la tierra fértil para que los psicopatas integrados puedan dar rienda suelta a sus acciones abusivas que satisfacen sus necesidades especiales.
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