Los perversos narcisistas son depredadores al acecho de personas que les puedan suministrar combustible. Como ya vimos en notas anteriores, este combustible es de tipo emocional. Y las necesidades especiales de estos individuos pueden cambiar según el momento vital (cuando siente que está en la etapa para tener hijos va a buscar hijos, cuando se siente en la etapa de desarrollo laboral va a buscar ascenso profesional, etc.). Y buscaran, debido a este estilo de vida parasitario, diferentes recursos en cada etapa de sus vidas. Puede ser dinero, sexo, status, una posición laboral, hijos, compañía y lo que se les pase por sus cabezas, de lógica inentendible para los seres con conciencia moral, valores y códigos de convivencia.
Este ciclo consta de cuatro fases:
• Fase 1 - Bombardeo amoroso: Los narcisistas se muestran dadivosos, simpáticos, maravillosos y encantadores.
En esta fase el narcisista va a construir un personaje a la medida de su víctima. La va a manipular con su seducción superficial. Halagándola, va a tener gestos para obnubilarla y le va a decir que es la persona de sus sueños.
Esta seducción es tan irresistible que la víctima siente que toca el cielo con las manos, y se convence de que ha encontrado al amor de su vida. Siente que el universo conspira con ella y que una fuerza superior se apiadó de su persona. En su cerebro se produce una “catarata química” de sustancias como la feniletilamina, norepinefrina y oxitosina.
La víctima siente la borrachera del enamoramiento y no se puede imaginar lo que está por venir...
• Fase 2 - Devaluación: Una vez que la víctima está adentro de la relación y que cayó en las redes del depredador va a comenzar el ataque.
Como los perversos narcisistas son en el fondo sumamente inseguros, necesitan sentirse admirados y es muy raro que sean fieles. Van a generar que la víctima se sienta insegura y que tenga que esforzarse para seguir siendo “la elegida”. Será manipulada, sin saberlo, con varias técnicas que enunciaremos ahora y profundizaremos en ulteriores artículos, como la triangulación que consiste en introducir terceras personas en la relación, que pueden ser reales o imaginarias. Por ejemplo: El narcisista dirá que apareció algún ex, se hará el misterioso con el celular dejando que la víctima visualice algunos mensajes que le generen sospechas e inseguridades. Además de otras técnicas como las llamadas “cold shoulder” (hombro frío), la “ley del hielo”, el “tratamiento silencioso”, y el “Gaslighting”.
Con estos métodos el narcisista logra fulminar la autoestima de su pareja y hacerla sentir insegura.
En esta etapa ya estará realizado el “reforzamiento intermitente”, técnica mediante la cual el manipulador hará que su víctima se vuelva adicta a él.
• Fase 3 - Descarte: En esta etapa el manipulador ya puede retirarse del vínculo o hacerse dejar. De inmediato le hará saber a la víctima que está saliendo con otras personas, mostrándole como el problema radicaba únicamente en el comportamiento de su víctima.
Esta fase es muy dolorosa y deja grandes secuelas. Los damnificados tienen estrés postraumático, depresión, ansiedad, pensamientos obsesivos, rumiantes. También despersonalización, des-realización, baja autoestima y falta de confianza en uno mismo y en los demás, entre otros.
• Fase 4 - Hoovering:
Como el narcisista necesita suplemento, va a volver a buscar a su víctima para demostrarse que todavía tiene poder sobre ella. Durante esta etapa va a ser una verdadera aspiradora. Repetirá la estrategia mostrándose seductor y encantador como al inicio de la relación. Dirá que quiere cambiar, o que ya aprendió y rearmará el personaje a la medida de este nuevo comienzo.
Las víctimas suelen caer en este ciclo más de una vez.
Es importante saber que en una relación saludable no hay manipulación patológica, ni intenciones de aniquilar a nadie. En un buen amor no se necesitan subtítulos para entender lo que el otro nos dice. Quien realmente te quiere tendrá como límite tu dolor y jamás avanzará por sobre ese nivel.
Instagram: lic.andreaindij
No hay comentarios:
Publicar un comentario